EL ENIGMA GENÉTICO DEL PELAJE CANINO
¿De dónde viene el color claro del pelaje de los lobos árticos y de muchos perros modernos?
Durante años el porqué del color del pelaje de los perros y de algunos lobos ha propiciado numerosos debates y controversias. Los científicos no terminaban de ponerse de acuerdo al acordar de dónde venía la herencia de varios patrones de color. Ahora, finalmente, se ha podido resolver este rompecabezas.
Un valioso estudio, que se acaba de publicar en la prestigiosa revista científica ‘Nature Ecology and Evolution’, aclara no sólo cómo se controlan genéticamente los patrones de color del pelaje, sino precisamente también que el color claro del pelaje en los lobos árticos blancos y en muchos perros modernos se debe a una variante genética originada en una especie que se extinguió hace mucho tiempo.
La herencia de un pariente lejano
Un equipo internacional de investigadores, incluidos científicos del Instituto de Genética de la Universidad de Berna, descubrieron que la variante genética responsable del pelaje claro en algunos perros y lobos se originó hace más de dos millones de años en un pariente ahora extinto del lobo moderno.
¿Y cómo se explica esto? Vamos a intentarlo. Los lobos y los perros pueden producir dos tipos diferentes de pigmento: el negro, llamado eumelanina, y el amarillo, llamado feomelanina.
Y estos dos tipos de pigmento pueden dar lugar a patrones de color de pelaje muy diferentes.
Durante la formación del color del pelaje, la llamada proteína de señalización agutí representa el interruptor principal del cuerpo para la producción de feomelanina amarilla. Si la proteína de señalización agutí está presente, las células productoras de pigmento sintetizarán feomelanina amarilla. Si no hay proteína de señalización de agutí, se formará eumelanina negra.
El gen de la proteína de señalización agutí puede iniciarse en varios sitios. Los perros tienen un promotor ventral, que es responsable de la producción de la proteína de señalización agutí en el vientre. Además, tienen también un promotor específico del ciclo del cabello adicional que permite la formación de cabello en bandas.
En esta investigación, por primera vez, los investigadores caracterizaron en detalle a estos dos promotores, en cientos de perros. Descubrieron dos variantes del promotor ventral. Una de las variantes transmite la producción de cantidades normales de proteína de señalización agutí. La otra variante tiene mayor actividad y provoca la producción de una mayor cantidad de proteína de señalización agutí.
Los investigadores identificaron también tres variantes diferentes del promotor específico del ciclo del cabello.
En total, los investigadores identificaron cinco combinaciones diferentes, que causan diferentes patrones de color del pelaje en los perros.
Es decir, ¡tocará reescribir los libros de texto! Si hasta el momento de esta investigación se hablaba de cuatro patrones diferentes, ahora hemos visto que en realidad son cinco.
Del lobo al perro
Los científicos siguieron investigando. Aprovechando que muchos genomas de lobos de diferentes regiones de la tierra se han hecho públicos, pudieron descubrir que las variantes de los promotores específicos del ciclo del cabello y ventrales hiperactivos que habían encontrado en sus perros ya estaban presentes en los lobos antes de la domesticación, que comenzó hace aproximadamente 40.000 años.
Lo más probable, afirman los investigadores, es que estas variantes genéticas facilitaran la adaptación de los lobos con un color de pelaje más claro a entornos ricos en nieve durante las pasadas glaciaciones.
Hoy en día, los lobos árticos completamente blancos y los lobos de color claro en el Himalaya todavía llevan estas variantes genéticas.
Un descubrimiento similar al de los genomas de los neandertales
Lo más sorprendente es que los investigadores han podido demostrar que la variante hiperactiva del promotor específico del ciclo del cabello en perros y lobos de color claro compartía más similitudes con especies muy lejanas como el chacal dorado o el coyote que con el lobo gris europeo.
Así que la única explicación plausible para este hallazgo inesperado es un origen antiguo de esta variante, hace más de dos millones de años, en un pariente ahora extinto de los lobos. El segmento de genes debió haber sido introducido hace más de dos millones de años en lobos por eventos de hibridación con este pariente ahora extinto y un pequeño trozo de ADN de esta especie extinta todavía se encuentra hoy en perros amarillos y lobos árticos blancos.
«Esto recuerda el descubrimiento espectacular de que los humanos modernos llevan una pequeña proporción de ADN en sus genomas de los neandertales ahora extintos», afirma uno de los científicos responsables de la investigación Tosso Leeb Leeb.
Por tanto, este nuevo descubrimiento nos indica que aún queda mucho por saber de la evolución del perro. Un fascinante camino que seguiremos muy de cerca todos aquell@s apasionad@s del mundo canino.