¡Felices Fiestas Multiespecie!

Estamos en esa época del año en la que el ambiente está lleno de celebración en familia y, cómo no, eso también incluye a las familias multiespecie.

Esta época navideña en la que muchas familias pueden disfrutar de más tiempo juntos puede aprovecharse para fortalecer los lazos multiespecie en casa. Así, al disponer de más tiempo en el hogar, podemos dedicarnos a compartir momentos de calidad con nuestros perros y gatos: jugar más con ellos, dar paseos más relajantes en su compañía, comprarles algo nuevo para disfrutar cómo lo descubren…

Eso sí, las navidades en familia multiespecie requieren de unas consideraciones especiales, puesto que también hay cambios de rutinas y mucho ajetreo y decoración a la que nuestros animales de compañía no están acostumbrados.

Ante todo, debemos respetar la tranquilidad de nuestros perros y gatos. Quizá tengamos un animal de compañía que se sobreexcite o que simplemente tenga miedo cuando hay muchas personas no habituales en casa. Por eso, hay que avisar a nuestros invitados humanos que no deben forzar la interacción con nuestros compañeros de cuatro patas.

Y también es muy conveniente disponer de un espacio en casa que sea su refugio, es decir, un lugar preparado especialmente con una cama cómoda y sus juguetes, en el que puedan esconderse para buscar calma siempre que lo necesiten, y donde no vayan a ser molestados por nadie.

Por otro lado, debemos recordar que surgen diferentes peligros en esta época. Primero, la decoración navideña, que suele llamar la atención de perros y gatos, puesto que son objetos nuevos, y quizá, si llegan a jugar con ellos, podrían sufrir algún accidente, como, por ejemplo, que les caiga el árbol de Navidad encima.

También hemos de recordar que la mayoría de las plantas decorativas típicas de esta época suelen ser tóxicas para perros y gatos, así que lo mejor es evitarlas. Y, por último, los manjares que abundan en estas fechas por casa (dulces y chocolates especialmente) son poco convenientes o incluso tóxicos para nuestros animales de compañía, con lo que hay que evitar que tengan acceso a ello y nunca ofrecerles, por mucha carita de pena que nos pongan o la demanda que hagan.

Además, en el caso de que vivamos en algún lugar del mundo donde se acostumbre a utilizar la pirotecnia para celebrar estas fiestas, es importante recordar que nuestros perros y gatos pueden pasarlo muy mal con ese tipo de ruidos. Por tanto, deberemos tomar medidas en casa para intentar evitarles el sufrimiento por culpa de la pirotecnia:

  • Preparar un lugar lo más aislado del exterior que se convierta en su refugio, con persianas bajadas, incluso poniendo música tranquila, y donde puedan tener un escondite si lo requieren.
  • Utilizar feromonas y aceites esenciales para ayudarles a sentirse más tranquilos.
  • Ofrecerles nuestra compañía para que busquen nuestro soporte emocional si ellos lo requieren.
  • No utilizar sedantes, puesto que estos sólo los paralizan físicamente, pero los animales siguen sufriendo el miedo y el pavor por el estruendo que están sintiendo.
  • Asegurarse de que llevan identificación, porque, ante una situación de miedo, puede que nuestro perro o gato busque la huida.

Por último, en esta época de regalos también surge la controversia sobre si es adecuado incorporar un gato o perro en casa por Navidad. Y creo que la gran diferencia radica no en cuándo se da esta incorporación, sino en la conciencia que se tenga sobre lo que supone ampliar la familia con un perro o gato.

Por eso, en estas fiestas abundan las campañas de “Los animales NO son un juguete” o “No son un regalo”. Es decir, intentando evitar la incorporación no reflexionada, como un capricho, de un perro o un gato a la familia, ya que es una de las causas de un posterior abandono, cuando las obligaciones que conlleva cuidar a un animal de compañía se hacen reales para muchas personas.

Por tanto, la ampliación de la familia multiespecie por Navidad puede ser una gran opción, ya que podemos disponer del tiempo para su adaptación a la familia, si lo hacemos siendo conscientes del compromiso que va a significar cuidar de un perro o un gato para el resto de su vida.

Sea como sea, compartir cualquier ritual de celebración con nuestros compañeros de vida no humanos siempre es maravilloso, porque significa que son uno más de la familia con quien queremos vivir nuestros momentos más felices, adaptándonos y respetando sus necesidades, por supuesto, por el bien de todos los miembros de la familia.

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