La perspectiva del perro de TAA (terapia asistida con animales)

Los perros de terapia juegan un papel importante en la mejora de la vida de muchas personas.

Sin embargo, pocos estudios exploran el bienestar de estos perros. Un reciente estudio exploró las dimensiones del bienestar de los perros de TAA.

En los últimos años, los perros de terapia se han convertido en una parte cada vez más importante de la vida de muchas personas.

Ofrecen una gran variedad de servicios, que incluyen apoyo emocional, manejo del estrés y compañía social.

Si bien los beneficios del servicio de terapia con perros para sus beneficiarios humanos son claros, hay relativamente poca investigación sobre los beneficios (y riesgos) para los perros participantes en intervenciones asistidas con animales.

 

Esto es importante por varias razones

 

Primero, los perros de terapia manejados por un guía tienen una relación muy diferente con su trabajo que los perros de servicio, cuyo trabajo beneficia directamente a una persona (su guía o tutor), en lugar de a un tercero que recibe la terapia.

 

En segundo lugar, tener en cuenta la ética de las intervenciones asistidas por animales (IAA) es fundamental para que funcione. Por ejemplo, un perro cansado no será efectivo en su trabajo.

 

Finalmente, actualmente no existe una selección sistemática de perros ni entrenamiento requerido para IAA. Si bien los contextos altamente variables en los que trabajan estos animales pueden hacer que un estándar sea un desafío, la solución a esto no debería ser la falta de estándares.

 

Investigación: El bienestar de sus perros

 

Para contribuir a este escaso cuerpo de investigación, un equipo de investigadores en Francia entrevistó a 111 guías de perros de terapia para comprender mejor cómo perciben ell@s el bienestar de sus perros.

 

La importancia de este trabajo es doble: destaca la necesidad de abordar el bienestar de los perros de terapia y revela los factores de riesgo para el bienestar de los mismos.

 

Las preguntas de investigación se dividieron en dos partes.

 

Primero, se pidió a los guías que definieran el bienestar de los perros en su práctica, cómo el bienestar de los perros afecta la calidad de una sesión, cómo los guías aplican las pautas generales sobre el bienestar de los perros, los desafíos que enfrentan para respetar el bienestar de sus perros y los pensamientos de los guías sobre el beneficios de las IAA para los propios perros. 

 

La segunda parte se centró en los factores de riesgo que podrían afectar al bienestar del perro de terapia, incluidos los parámetros que influyen, los factores de estrés, cómo los guías aseguran el bienestar de su perro de terapia y cómo detectan el estrés y el placer en sus perros.

 

Las respuestas variaron ampliamente según el guía (e incluso variaron entre perros para un mismo guía que respondía por dos animales), pero surgieron algunos temas generales. 

 

Específicamente, para la primera parte del cuestionario, los guías relacionaron el bienestar del perro con el bienestar psicológico, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, y el respeto por las necesidades y los deseos de cada perro.

 

En otras palabras, los perros deben ser atendidos emocionalmente y los guías deben desempeñar un papel activo en el reconocimiento de sus necesidades y señales de estrés.

 

Deben tener tiempo libre apropiado del trabajo para relajarse y simplemente «ser un perro», en lugar de un perro de trabajo. Deben poder elegir cómo trabajar y que el manipulador aborde sus necesidades únicas.

 

Después de todo, como seres sintientes, no todos los perros querrán participar en las IAA de la misma manera.

 

Sobre la pregunta de si los perros se benefician del trabajo que realizan, muchos guías dijeron que sus perros disfrutaban poder interactuar con la gente, pasar tiempo al aire libre, ser el centro de atención y jugar.

 

Factores de riesgo

 

Más allá de la definición básica de bienestar del perro, los guías también reconocieron varios factores de riesgo para el bienestar de los perros en su línea de trabajo. Estos se separaron en cuatro factores principales:

 

  • Interacciones: por ejemplo, los perros se ven afectados por interacciones ruidosas, gestos inapropiados o estar rodeados de demasiada gente.

 

  • Entorno de trabajo: los perros pueden verse afectados por la duración de sus sesiones, el tiempo que tienen para relajarse y el entorno físico en el que trabajan, incluido el tamaño de la sala de terapia y si hay espacio para descansar.

 

  • Guía: El bienestar de un perro a menudo se ve afectado por su guía. Esto incluye si el guía está emocionalmente estresado, tiene una relación positiva con el perro y puede reconocer las necesidades individuales del perro.

 

  • Perro: finalmente, los perros pueden verse afectados por variables personales como su estado de ánimo, salud, capacidad para manejar las emociones y socialización.

 

Cuando se trataba de manejar el estrés y el bienestar de sus perros, los guías se consideraban a sí mismos importantes «guardianes».

 

Observaciones de los guías

 

Al actuar como una especie de mediador entre los perros y los beneficiarios de IAA, los guías pueden ofrecer a los perros un espacio de descanso si se cansan o se angustian, monitorear el comportamiento del perro y ayudar a mantener el equilibrio del perro durante una sesión.

 

Finalmente, los guías también describieron cómo sus perros comunican sus límites durante una sesión de terapia. Esta es una parte fundamental; si un perro quiere un descanso del trabajo pero no puede satisfacer sus necesidades, esto podría perjudicar su bienestar.

 

Los guías enfatizaron principalmente que sus perros abandonaran la sesión, o se quedaran pero evitaran las interacciones, le indicaran al guía que necesitan un descanso o buscaran el contacto con el guía (ya sea visual o físico).

 

Debido a que las IAA involucran tanto a humanos como a otros animales, es importante priorizar el bienestar de los animales tanto como el de las personas.

 

En el futuro, los autores del estudio destacan la necesidad de que los guías estén capacitados en el comportamiento del perro para reconocer las señales de ansiedad en sus perros y sacarlos rápidamente de situaciones incómodas.

 

Además, existe una necesidad urgente de directrices claras sobre la selección y el bienestar de los perros de terapia basadas en evidencia científica.

 

Los defensores de los animales pueden ayudar pidiendo estándares legislativos en estas áreas y participando en la educación pública para promover la perspectiva animal en la terapia asistida por animales.

 

Bibliografia:  Handlers’ Representations on Therapy Dogs’ Welfare – by Alice Mignot,Karelle de Luca ,Véronique Servais  and Gérard Leboucher 

 

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