Perros en la oficina ¿Una estrategia anti burn out?
El Departamento de Comportamiento, Conocimiento y Bienestar Animal de la Facultad de Biología de la Universidad de Lincoln, en el Reino Unido, ha publicado recientemente en la revista Frontiers of Veterinary Science un estudio titulado Taking Dogs Into the Office: A Novel Strategy for Promoting Work Engagement, Commitment and Quality of Life (Trad.: Llevar los perros a la oficina: una novedosa estrategia de promoción del compromiso, el empeño y la calidad de vida en el trabajo). Como su propio título indica, el estudio se pregunta cómo mejoraría el trabajo en una oficina si se nos permitiera compartirlo con nuestro perro.
Tiene que añadirse, antes de proseguir, que en el Reino Unido existen los Take Your Dog to Work Days ( Días de “lleva tu perro al trabajo”) en algunas empresas, cada vez más numerosas, y una larga tradición de empoderamiento de los animales domésticos. En España hay unas pocas empresas, especialmente las dedicadas al sector animales de compañía, como Affinity PetCare o Purina, que también empiezan a implementar estas políticas de aceptación perros, e incluso gatos, en la oficina. Y, de forma más cotidiana y quizá sin darle tanta importancia, ¿cuántos pequeños comercios tienen a su perro en la tienda mientras atienden a sus clientes? Peluquerías, garajes, talleres, etc…Así que, de forma muy poco reconocida, los perros están ya formando parte de muchos entornos laborales.
Mayor compromiso en el trabajo
En el reciente estudio de la Universidad de Lincoln participaron 749 empleados de diferentes empresas y ámbitos, en su mayoría mujeres. De ellas, 167 empleadas declararon que habían llevado a su perro a la oficina a menudo; 76 empleadas, algunas veces; el resto, 506 empleadas, nunca habían llevado su perro al trabajo. Se analizó el compromiso con el trabajo de todos las empleadas de la muestra, su intención de permanecer en él, el grado de amistad con los compañeros de oficina, el uso de redes sociales y la calidad de vida en el puesto de trabajo. También se consideró la relación del trabajador con su perro y el estado de salud del animal.
Se descubrió que las empleadas que iban a menudo con su perro al trabajo tenían un compromiso mayor que la media con su trabajo, al que dedicaban más fuerzas, más horas, más concentración, etcétera, con valores significativamente más altos que aquellas que sólo iban con su perro a la oficina de vez en cuando o con aquellas otras que nunca lo habían hecho. Las empleadas que más a gusto se sentían en su puesto de trabajo y menor intención tenían de buscarse otro, y aquellos que habían labrado más amistades con sus compañeros de oficina, eran las que iban a menudo con su perro al trabajo. La diferencia con las que alguna vez habían llevado a su perro y las que no lo habían llevado nunca volvía a ser destacada y significativa.
Los perros pequeños parecen los más adecuados
Por lo general, las empleadas que se encontraban más a gusto en su puesto de trabajo, las que podían compatibilizar mejor su vida personal y profesional, las que estaban más satisfechos de su carrera profesional, las que tenían el control de su propio trabajo y, en general, tenían mejores condiciones laborales eran las que se atrevían a llevar a su perro al trabajo con mayor frecuencia que el resto de empleadas, quienes apreciaban una peor calidad de vida relacionada con las condiciones de su trabajo, como, por ejemplo, la falta de control sobre las tareas asignadas, peores horarios o un puesto de trabajo por debajo de su potencial profesional. También descubrieron otra correlación significativa: más a menudo acudían con el perro a la oficina, mayor uso hacían de las redes sociales en sus horas libres y no durante su jornada laboral.
Los autores del estudio se guardaron algunos datos para posteriores estudios. Según su parecer, datos como la raza, tamaño o peso del perro o su entrenamiento son importantes para determinar cuál sería el perro ideal para llevar a la oficina y merecen proseguir en esta línea de investigación. Al parecer, los perros pequeños, entrenados y de raza mixta serían los más adecuados.
Estas correlaciones entre la satisfacción, el bienestar y la dedicación de los empleados y la presencia de sus perros en el puesto de trabajo son, a juicio de los investigadores, lo suficientemente importantes como para ser tenidas en cuenta en las acciones que puedan emprenderse para mejorar la calidad de vida de los empleados y su desempeño en la oficina.
Esperemos que, a la luz de estos datos científicos, muchas más empresas se planteen ofrecer la posibilidad de ir acompañado de tu perro a la oficina.