Los animales de compañía son considerados como familia con frecuencia, y algun@s se refieren a sí mismos como «padres de animales de compañía» o «madres de perros o gatos». Eso nos puede llevar a preguntarnos…¿Existen realmente similitudes entre el cuidado de un animal de compañía y el cuidado de un niño?
Una forma de considerar la pregunta consiste en observar los vínculos entre la personalidad de un tutor y el estilo de vida, la salud y el comportamiento de su animal de compañía para ver si son paralelos a los vínculos entre la personalidad de un padre y la salud y el comportamiento de su hijo. Un estudio publicado en PLOS One hizo exactamente eso al pedirles a más de 3300 tutores de gatos que completaran una encuesta.
Los resultados muestran que existen vínculos entre la personalidad de l@s tutor@s de gatos y el comportamiento de sus gatos. Muy a menudo subestimamos tales relaciones, por lo que es importante que tengamos esto más en cuenta como cuidadores responsables de animales.
Las personas con puntajes altos de neuroticismo tienden a ser menos estables emocionalmente, lo que está relacionado con cambios de humor, peores habilidades de afrontamiento y peor salud física y mental. Investigaciones anteriores también muestran que cuando un padre o madre tiene puntuaciones altas en neuroticismo, su estilo de crianza puede ser más ansioso y autoritario, y el entorno en el que cría al niño puede ser menos estable. A su vez, es más probable que el niño tenga problemas de comportamiento, como timidez, ansiedad y comportamiento agresivo.
Por el contrario, cuando los padres tienen puntajes bajos de neuroticismo, pero obtienen puntajes altos en los otros cuatro rasgos de personalidad (amabilidad, escrupulosidad, extraversión y apertura), se asocia con mejores estilos de crianza y mejores resultados para los niños.
Entonces, ¿se aplica lo mismo a los gatos?
Los resultados de este estudio mostraron que cuando los tutores de gatos obtienen una puntuación alta en neuroticismo, también reportan peores resultados para sus gatos. Los gatos pertenecientes a personas que tenían puntajes altos de neuroticismo tenían más probabilidades de tener sobrepeso, tener una afección médica o un problema de comportamiento, ser agresivos o ansiosos, o tener un problema de comportamiento relacionado con el estrés.
Estos tutores también tenían más probabilidades de tener un gato que no tenía pedigrí y de restringir o impedir el acceso al exterior para su gato. El estudio se llevó a cabo en el Reino Unido, donde el acceso al exterior es la norma para los gatos.
Cuando los tutores de animales de compañía tenían puntajes bajos de neuroticismo y eran más altos en los otros rasgos de personalidad, daban mejores calificaciones a sus gatos. Por ejemplo, las personas que son muy concienzudas tienen gatos que tienen menos probabilidades de ser agresivos, temerosos o distantes, y más propensos a ser sociables. Cuando las personas obtuvieron una puntuación alta en amabilidad, era más probable que dijeran que estaban satisfechas con su gato. Y los extrovertidos eran más propensos a dar a su gato acceso al aire libre cuando lo deseaban.
Este estudio es correlacional y no puede mostrar causalidad, pero plantea muchas preguntas interesantes para futuras investigaciones. Por ejemplo, si pensamos en el aumento del número de condiciones médicas entre los gatos de personas con altos puntajes de neuroticismo, ¿se debe a que los tutores estaban más atentos a sus gatos y, por lo tanto, era más probable que los llevaran al veterinario cuando lo necesitaban? ¿O estaban más ansiosos y, por lo tanto, tal vez notando problemas que realmente no estaban allí?
Investigaciones anteriores han analizado los efectos de la personalidad del tutor en el comportamiento del perro. El presente estudio sugiere que la personalidad de las personas puede afectar la forma en que cuidan a sus animales de compañía y, a su vez, la salud y el comportamiento de sus animales de compañía. Estos resultados parecen ser paralelos a los encontrados en los estudios sobre la personalidad de los padres y la salud y el comportamiento de los niños, pero se necesita más investigación para comprender las causas de estas diferencias.
Bibliografía:
Finka, L. R., Ward, J., Farnworth, M. J., & Mills, D. S. (2019). Owner personality and the wellbeing of their cats share parallels with the parent-child relationship. PloS one, 14(2), e0211862.