Empecé en el mundo multiespecie con 17 años, cuando entré por primera vez en un refugio en Barcelona. Desde entonces, no he parado y mi propósito vital es que todos los perros encuentren una familia humana con la que encajen y sean felices de por vida.

Eso sí, pese a tenerlo muy claro, no sabía que podía hacer de esta vocación, mi profesión. Me he formado mucho en todos estos años, y no paro de hacerlo. Pero hasta hace unos 4 años que no me di cuenta que, de todo esto, podía vivir, y aportar mucho más al mundo. En ese momento había pasado ya por varios trabajos como bióloga que no me llenaban, y con los que realmente no estaba alineada a nivel de valores.

Así que, cuando me di cuenta que llevaba el “gen del emprendimiento” dentro, todo cambió. Empecé a formarme en negocios, marketing, formación y docencia, estrategia y todo lo relacionado con este sector, además de seguir formándome como educadora canina, y la rueda empezó a girar.

Nació Rumbo Canino y desde entonces no he parado. Eso sí, no he parado, además, de ser más feliz que nunca con cada tema que toco, cada acción, cada manera de ayudar a las familias multiespecie. Porque si algo tiene el emprendimiento, es que puedes crear tu negocio a través de tus valores.

Y vivir de ello.

También he trabajado bastante tiempo en una escuela de negocios muy reconocida como docente y responsable de la formación además de Project Manager. Allí he estado ayudando a cientos de emprendedores a iniciar, validar y escalar sus negocios online. Conozco los intringulis, las bajonas, el proceso y sé que se puede.

Cuesta, pero se puede. Se trabaja más que lo que se ha trabajado nunca, pero compensa. Compensa ver cómo cada día haces algo en dirección a tu propósito, aunque a priori no lo parezca.

Me encantaría ayudarte a conseguir lo mismo. De verdad.